Amig@s de MÁXIMA CALIDAD DE VIDA, el cine representa una de la mayores diversiones pero también una de las experiencias culturales más importantes en nuestra sociedad, en sus imágenes nos vemos reflejados a través de sus historias, y éste viene siendo el caso de la película venezolana, aún en cartelera, EL CHICO QUE MIENTE de Marité Ugás; excelente propuesta tipo ROAD MOVIE,que muestra el viaje de un muchacho que a partir de la amarga experiencia de la tragedia de Vargas de 1999,busca a su madre perdida por las costas de Venezuela..
Es un viaje, no sólo por la geografía que nos identifica, sino también un viaje interno de evolución que el personaje de Íker Fernández va descubriendo a medida que se desarrolla la historia. Hay sin embargo, carencias que la hacen desfallecer por momentos, eventos que deberían estar conectados, se presentan aislados y hasta desconectados del hilo conductor de la trama.
Por otra parte, hay ausencia de emotividad en esa búsqueda, no parece haber sentimientos por una madre ausente y en parte se comprueba en un final algo desconcertante. Se deben destacar en su descargo, ciertos valores en la producción como la fotografía, la música, la dirección de arte, y además la actuación de Fernández que le hicieron firmar una buena cantidad de autógrafos en la Berlinale este año, por cierto una dignísima representación para el cine venezolano iniciando el año a nivel internacional.
Con cinco semanas en cartelera en la ciudad, es EL CHICO QUE MIENTE el primer estreno del cine venezolano del 2011, a conocerla y reconocernos en su historia.
Ángel Bellio.
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